Pavimentos de terracota Wienerberger, un modelo de sostenibilidad

Pavimentos de terracota Wienerberger, un modelo de sostenibilidad.

Los pavimentos de terracota Wienerberger están hechos de agua, fuego y arcilla: tres elementos totalmente naturales. Durante el proceso de producción cerrado, nada se pierde y el desperdicio es cero. La arcilla se extrae, en la medida de lo posible, en las inmediaciones de los sitios de producción. Lo que evita el transporte costoso y perjudicial para el medio ambiente. La extracción de arcilla por Wienerberger también crea espacio para los ríos y contribuye al desarrollo de la naturaleza.

Gracias a la inalterabilidad de los colores, la resistencia al desgaste, el envejecimiento estético y la facilidad de desmontaje, los adoquines de terracota pueden reutilizarse. Una práctica muy común en los municipios holandeses, que practican la reutilización en la repavimentación de calles y trabajos de mantenimiento. El porcentaje de reutilización total de adoquines es ya del 90%.
Los adoquines se encienden a alta temperatura (alrededor de 1100 ° C). Asociada con una composición de arcilla particular, esta cocción los hace extremadamente resistentes a las heladas, la presión, el desgaste y los agentes agresivos como las sales de deshielo y los productos de limpieza. La vida media de las pavimentadoras de terracota se estima en 125 años.

 

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